jueves, 4 de octubre de 2007

Los muertos deben seguir muertos


Pasaban las horas, los días, demasiado lentos. Sentía como mi cielo se derrumbaba. Cerraba los ojos y veía todo lo que no quería ver, los abría, y veía todo lo que tenía (nada que yo hubiese elegido). Ya ni dormir me libraba de esa pesadilla.

Y ahora vuelves, entre los muertos, con una sonrisa y mil palabras de amor bajo tus alas, como el ave fénix, surgiendo de tus cenizas... de las cenizas que nadie esparció por el mar en tu nombre, del cielo y del infierno en los que te denegaron la entrada.

¿No entiendes que, pasado un tiempo, los muertos deben seguir muertos?
Y tú vienes, de repente, como si no hubiese pasado nada. Como si nadie nunca te hubiese llorado, como si el 13 de marzo fuese sólo un mal sueño y no hubiese existido el peor día de mi vida.

Resucitas y sólo piensas en recuperar cuanto perdiste en aquella fiera batalla, en lugar de caminar por mejores sendas, ya que la vida te dió oportunidad para hacerlo. Resucitas y sólo piensas en venganza, en malos sueños, en destrozarte y arrastrar contigo a aquellos que te lloraron.
No se si puedo volver a verte. No se si puedo aferrarme al dolor que me causo tu dolor. No se si puedo ver como te destruyes y fingir con una sonrisa que ya no siento nada. No sé si soy la misma niña que tu corrompiste.

miércoles, 3 de octubre de 2007

Una más

Una más,
y ya nada más importa,
si estás vivo o muerto,
si es de día o de noche,
si llueve o hace sol.

Una más,
y las agujas del reloj dejan de moverse,
la luz deja de entrar por la ventana,
Dios deja de importarte,
tanto si existe como si no.

Una más,
y la amistad deja de existir,
el odio se diluye por tus venas,
el amor deja de tener significado.

Una más,
y olvidas a quienes quisiste,
a quienes te ayudaron,
a quienes te dijeron que no valías nada.

Una más,
y el mundo cobra el valor único
que tu quieras pagar por él.

... No quiero volver a verte, no de aquella manera...