me encuentro a mi reflejo,
que me mira y me pregunta:
-"¿Eres feliz?"
Sólo si las palabras no las traga mi garganta
tal vez pueda responder:
- "¿Podría serlo? ¿Así? ¿Ahora?"
Y aún si consigo responder,
no tengo nada...
nada que decir,
nada que ganar.
Miro a ese reflejo en las aguas cristalinas
que me mira, sonriente, alegre,
con los ojos de quien nunca ha sufrido...
ese reflejo que es el que todos ven cuando me miran,
y entonces me observo intentando asfixiarlo
con ambas manos,
con un odio que nunca antes creo haber sentido...
Pero el reflejo se difumina,
las aguas se enturbian, y vuelve a aparecer,
sonriendo como nunca...
- "¿Eres feliz?" - pregunta de nuevo.
-"¿Podría serlo? ¿Así? ¿Ahora?"
Y su sonrisa comienza a torcerse, y me mira, con malicia,
como intentando, de un modo u otro,
eliminarme por completo,
desmoralizarme, hasta el punto
de hacerme desear la muerte,
más... aún más...
-"¿Eres feliz?"
-"¡¡¡¡¿PODRÍA SERLO?!!!! - estalla mi garganta -
si cuando intento escalar la montaña
caigo antes de alcanzar la cima;
si cuando intento llorar mis penas
acude a mí alguien para llorar las suyas;
si cuando intento mostrarme tal cual soy,
no hay nadie en la sala, todos se han ido...
Si siempre seré un hombro donde apoyarse,
y un rostro sin ojos para poder llorar...?"
Y de nuevo golpeo con fuerza mi reflejo,
que se difumina y vuelve a aparecer,
una y otra vez,
una y otra vez...
hasta que ya no me quedan fuerzas,
hasta que quedo inconsciente,
hasta que me ahogo en mi propio reflejo,
sin nadie presente
que haya podido ver mi debilidad,
mi vulnerabilidad,
mi derrota...
... Mi fin...