Sentirse morir debe de ser parecido,
Sentirse morir por dentro,
Sentir que ya no posees las palabras para describir nada,
Y que nada es como antes era.
Ser gris claro, gris oscuro, gris medio…
Y aceptarlo,
Y ser feliz incluso…
La reversión del ingenio, como una lobotomía.
Algo que de vez en cuando te hace abrir los ojos,
Te dices: "eso, exactamente, es lo que me ocurre…"
Y no haces nada… porque viendo pasar tu vida,
aún así, eres feliz…
Con esa misma felicidad que antes atribuías a un necio,
Con esa misma felicidad que aún a un necio atribuyes,
Y estás sumergido en ella,
Enterrado de cintura para arriba
E incluso, poco a poco,
de cintura para abajo.
Corazón muerto de emociones,
¡NO TIENES NADA DE ESPECIAL!
Ni antes lo tenías...
Pero cada vez menos blanco y menos negro,
Pero cada vez sólo gris…
Mapa de los colores que nunca existieron,
que nunca tuviste, aunque lo creías.
Ya sólo gris, y tal vez siempre,
Aunque no lo recuerdes,
Aunque lo hayas olvidado.
Buenas noche, vida mía,
descansa de tu vacuidad.
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