Me cansé de pisar charcos,
Me cansé de los bancos del parque de noche,
Y de los salones oscuros.
Me cansé de las hojas secas que deja el otoño,
De las sonrisas a medio hacer,
Y de los besos sinceros.
Me cansé de las sombras que bailan en mi casa,
Me cansé de las motas de polvo a la luz de la luna,
Y de las palabras huecas de amor.
Me cansé de los ojos brillantes,
De las miradas inquisitivas,
Y de las cartas a medio escribir.
Me cansé de las manos que buscan otras manos,
Me cansé de los sueños compartidos,
Y de las lágrimas a solas.
Me cansé de los paseos de noche,
De las conversaciones hasta el amanecer,
Y del deseo de ser sólo uno.
Me cansé de jugar al amor…
porque es un mal jugador
que siempre hace trampas.
Me cansé de los bancos del parque de noche,
Y de los salones oscuros.
Me cansé de las hojas secas que deja el otoño,
De las sonrisas a medio hacer,
Y de los besos sinceros.
Me cansé de las sombras que bailan en mi casa,
Me cansé de las motas de polvo a la luz de la luna,
Y de las palabras huecas de amor.
Me cansé de los ojos brillantes,
De las miradas inquisitivas,
Y de las cartas a medio escribir.
Me cansé de las manos que buscan otras manos,
Me cansé de los sueños compartidos,
Y de las lágrimas a solas.
Me cansé de los paseos de noche,
De las conversaciones hasta el amanecer,
Y del deseo de ser sólo uno.
Me cansé de jugar al amor…
porque es un mal jugador
que siempre hace trampas.
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